Expósito sentimiento

Y aún esperando ese día opte por los bordes blancos, la mirada sepia y el tiempo lento.
Preferí mirar al suelo y que el viento me acariciase la coronilla...
mientras caminaba por el mismo vecindario; las mismas casas, el mismo viejo fumando, el cartero,
el árbol con ramas largas, el dalmata de Annie, la ventana de la Señora Warren, las colillas de cigarrillo,
el insulso panadero... mi dilección de estar en el lugar que me gusta estar, con quien quiero estar... pero un momento, hoy era diferente; hoy la iba a conocer a ella.

¡Hola, Juan! no, hoy no puedo ver el juego...
¿Qué es esto que me produce corriente? ¿porqué no dejo de sonreír? ¿qué es lo que produce ese tic en mi cuello? mis manos sudan mucho...

Las 5:30... ¿voy muy temprano? ¿y si ella nunca llega? ¿estaré bien vestido? Cielos, que zapatos tan incómodos...

Siete calles... seis goles... cinco besos... cuatro calles... tres palomas... dos bebés... una ansiedad eviterna.

Sentimiento tremebundo... aún recuerdo eso de que la realidad es todo, si vemos a las estrellas dejamos de ver el suelo y nos caeremos... yo no quiero dejar de verte, de quererte, de besarte, de adorarte, de abrazarte... de... de... demonios quiero cogerte de la mano.

Comenzó a llover, Dios está feliz, o bueno, solo llueve...
Me pesan los brazos... 5:58...

Ya quiero leerte los ojos, caminar sobre tus nudillos, besarte la frente, volar por tus pestañas...

5:59...
¡Buenas!
¿Señor...  Ryman?
Así es...
Habitación 602, ¡Felicidades!